
Tiene dos ojos profundos e ingenuos, me dije. Te veía parada bajo la luz del foco, mirándome.
Entonces lograste sonreir con la mayor cara de idiotez, la mejor cara de idiotez, y yo pensé que preferiría siempre tus dos ojos aterrados a cualquier mirada contenta.
Entonces lograste sonreir con la mayor cara de idiotez, la mejor cara de idiotez, y yo pensé que preferiría siempre tus dos ojos aterrados a cualquier mirada contenta.
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