Finalmente creo tener una buena explicación:
Creo que todos podemos aceptar que existe una cualidad de las personas que es la disposición sexual, que se maneja en un rango y que va, dando ejemplos, digamos, desde el monje ideal (e imposible) en el extremo bajo, hasta el pajero compusivo en el alto. Con esto en mente he llegado a la conclusión de que yo soy una persona sumamente sexual, de aquellas que deben por su buena salud mental tirar todos los días y que, por la injusticiaa dura e inexplicable de la vida, no lo hace.
domingo, 2 de diciembre de 2007
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