lunes, 31 de diciembre de 2007

La letra es cualquier otra huevada (¿compañeros de cual vida?)

Creo ver dos reflexiones encerradas y confundidas en este post. No puedo esperar tener el brein siempre en orden, como antes sí he esperado, y no creo que se puedan distinguir.

Quise poner algún video con la versión de Gardel pero me di con este de Louis Armstrong y completamente me basta. Además me encanta el blanco y negro. Esto mella algo mi intención de desgringuificar la temática del blog, pero así ha salido y un poco me cago.



Hace unos meses se murió un tío mio y pensé que esta hubiera sido la canción que coronara el soundtrack perfecto de su entierro. Todavía tengo tiempo para elaborar el del mío. Asimismo la inscripción de mi lápida (o nada, si es que dispongo cremarme).

Qué temas más cripis.

domingo, 30 de diciembre de 2007

Una joyita (guarda con el chino tetón)

La parte feliz empieza maso por 4:55.



Miren la cara de bribón de Forest Whitaker.

(No sé por qué estoy con tanta cosa del cine, pero esta escena siempre me divirtió. Quizás es una etapa y ya pasa; quizás el siguiente post es una foto de Al Pacino jalando coca de un maletín. Realmente no lo sé.)

domingo, 23 de diciembre de 2007

La cándida carabina de Mia Farrow




Sorprende la capacidad de encandilar de una cara con esta inocencia.


1/12/2008: He agregado una segunda toma. Quizás (es difícil decirlo) es aún mejor.


Está por romperse un plato.



sábado, 22 de diciembre de 2007

Videotape (en videocinta)

Ayer he caminado incansablemente, he transitado completamente. A las 3pm ya caminaba aparentemente sin rumbo dentro del piso de la oficina, en circuitos ovoides y agotados (la dirección era yo mismo o nada, pura dubitación cardinal.)

Después he andado la calle y otros sitios, jardines, una plaza con cielo melón, dos restaurantes, una licorería, más baños de los que puedo contar, un maravilloso e inmundo bar, y la noche la terminé andando mucho por mi cuarto, desde mi cama.

En la mayoría de los instantes ausentes en que parecí perdido, borracho o estón, estuve pensando esta frase. Sólo hoy la actualizo en papel y decido realmente su forma.

Desde otro lugar (borrachos), te hemos visto como al naufragio (cuando abandona las barcas).

Sé que es repetida, pero hay frases, grupos de palabras, sentencias o sensaciones que se confunden en personas. Por eso pienso en la noche de ayer y recuerdo:

Desde otro lugar (y borrachos), te vimos como al naufragio (cuando abandona las barcas).

Posdata: Todo esto suena maricón y reconozco mis plagios.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Tu papá sin calzoncillo (gozador)

Finalmente creo tener una buena explicación:

Creo que todos podemos aceptar que existe una cualidad de las personas que es la disposición sexual, que se maneja en un rango y que va, dando ejemplos, digamos, desde el monje ideal (e imposible) en el extremo bajo, hasta el pajero compusivo en el alto. Con esto en mente he llegado a la conclusión de que yo soy una persona sumamente sexual, de aquellas que deben por su buena salud mental tirar todos los días y que, por la injusticiaa dura e inexplicable de la vida, no lo hace.

Fábula del hombre que lee en una banca

Mi agenda bípeda es una sortija vana de amaneceres y almuerzos. Pero hay días como este de un cielo color limonada con sus consecuentes noches inhóspitas de gordos magníficos posados como palomos de algún barrio chino sobre las bancas frente a los pabellones (altos señores, solemnes y civiles) en que elaboro alguna liberación.

Pasando delicadas las páginas de mi aparato, mi nueva máquina, tal vez mis ojos avejenten las veredas o ciclovías por algunos instantes y pueda retozar a lo largo de una nueva pero octogenaria alameda entre coloraciones pardas o patrones de cuadros, y un tranvía, como si usara sombrero.

Tras breves milésimas de febril e instantánea ensoñación, notaría que no vino nadie conmigo en ese viaje, que aquellas visiones arribaron pero pequeñas como a través de un sifón enano o casi el ojal de un reloj de arena.

De la misma manera, con otro aparato podría uno bañarse de hoy-día. Él a su vez me observaría por un hueco minúsculo y sabría que esta clase de viajes se hace de a uno.

Como testigo único de esta fábula, acaso dependerá de mí procurarle los medios.

martes, 27 de noviembre de 2007

Bello aliento lucky strike (y aretito)


Llegamos al jardín con el fin de la noche. Habíamos caminado varias horas junto al barranco. Aposté al azar mis pies y establecí nuestro cubil en una depresión semilunar de la grama de tal modo que estuviésemos abrigados del viento. No estimaré gracias: estábamos borrachos.

Le entregué camuflada la primera margarita. Con destreza la coloqué sobre su lengua. (Artificiosa es la técnica de envenenar al contrincante.) Ella la mordió alelada, y crepitaron los pétalos, ocres. No esperaba la torsión súbita de su cara en la mueca encantada que no pudo controlar.

Se diluía la masa burda en su garganta y así fue cambiando su mirada hasta que encerró la irrefutable expresión del agradecimiento. Entonces no supe si era conchudo hacerle esto, pero le brillaron los ojos cuando me acerqué. La pude ahogar solamente unos instantes templándole el pelo con las manos, crujiendo las bocas, antes de detenerme harto del humo entre sus dientes.

Después la encontré toda e inmóvil. (Noté que por un instante había perdido todas las defensas.) Sus ojos se hinchaban como la garganta de un sapo y cantó unas palabras que discretamente, escapadas del velo de su cuello claro, se perdieron entre lisuras en la longitud de la aurora.


Satisfecho con la victoria alcancé la bolsa nuevamente para extraer otra galleta. En mi ambición desmedida subyacía de antemano el fracaso: cometía el error de querer repetir dos veces la misma conquista.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Estoy cagado



Esta puede ser la foto más sórdida y chévere que vi en mi vida.


domingo, 18 de noviembre de 2007

The Nosferatu (caleta)

Presently my soul grew stronger; hesitating then no longer,
"Sir," said I, "or Vampire, truly your forgiveness I implore;
But the fact is I was napping, and so gently you came rapping,
And so faintly you came tapping, thirsty to my chamber door,
That I scarce was sure I heard you", here I opened wide the door;
Light was there, and nothing more.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Observación demasiado próxima de escaparate y televisores detrás

La recepción pálida de los colores me condujo a examinar la misma materia de esta luna (vista otra vez hoy, meses después), su atributo de lente y su cualidad soberbia de escudo.

Pero de ella surgían aún disímiles semánticas. Pero de ella otra vez emergían nuevas oportunidades cardinales.

De tu cara y tu letargo gris, de tus ojeras ha comenzado la travesía. Un punto de iris trasladado magnéticamente a través de la arena fundida. Un punto imaginario de aire publicitario y coludido. Deberás saber de antemano que no hay razón y es casi un crimen detenerse pocos segundos contra un escaparate. Se podrá entender que no bebiste el café por la mañana. Aférrate después de todo el cuerpo a tu corbata. Deja que tu alma retumbe. Un panel de vidrio ha contenido tu organismo y tu mirada y a tu alrededor la gente se abalanza como el río Surco. (Como el río Rimac tú deberás perpetuarte en tus ojos.)

Pues, tal como la vez anterior, todos se detienen a empaparse del escándalo:

Alguien se para como un niño, estupefacto frente al paraíso/
Alguien se estampó como un niño, idiota contra al paraíso.

Hoy lo sé. Este vidrio es rincón de masas; alucinado pórtico del sueño. No hay una tierra guarecida detrás. Pero aquella vez la canción terminó con la finta ágil de una nube. Viéndome en el espejo súbito que hicieron de mi portal unos rayos en él reflejados me descubrí desmejorado y gritando, torcido como un olivo.

Nada pudo distraerme otra vez de mi mismo y mi pobreza.

El atardecer, el verano o los coleópteros

Cuando moría el sol, morían también las escolopendras. Se limpiaban de las derrumbadas hojas amarillas que sumadas obtienen la hojarasca. En cada lóbulo el otoño adornó una calle con déficit de ornato municipal y los escasos vientos que no se atreven más que a evadir los objetos. El idilio terminaba avanzado el año. En la costa siempre había después el viento que no te imaginabas.

No te limites a mirarme sola e inmensa como si fueras un bosque.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Acoso sexual de lejos y con mucho amor

Nos encontramos en un parque. Yo la había tasado antes en la bodega mientras compraba cervezas grandes. Yo buscaba algo de comer pero había encontrado algo para mirar (y esa es sólo otra forma de alimentarse). Tenía un pelaso, como el que por primera vez me hizo notar que era un atributo tan importante.

Tu aretito, pensé, me hace la de la brújula loca, mientras empezaba a distinguir sus colores. Después nos cruzamos por ninguna casualidad. Qué me miras, con los ojos, no movió los labios.

Y quise resumir lo que sentía, pero fui descomunalmente frik:

Como Meursault en la playa, pero más filin y sin el cura después (quiero ser tu amigo con beneficios).

Ella se rió.

martes, 23 de octubre de 2007

Kleneex doble hoja

No hay nada para indicar el buen rumbo de la economía familiar como limpiarse y sentir la suavidad del papel fino.

sábado, 29 de septiembre de 2007

La Pelea

La pelea terminó rápido. Pedro, el Grande, contra todo lo esperado, fue rápidamente derrotado. La lucha dicen fue psicológica, aunque ni público hubo. No se conocen los detalles. Hasta partieron los narradores.

domingo, 19 de agosto de 2007

¡Es todo un malentendido!

"¿Qué opinas sobre lo que hizo? ¡Es un escándalo! ¡Qué conchuda!"

Mi día había estado muy bien hasta entonces y yo, la verdad, opinaba poco o nada. Por eso me quede callado. Cuando notó que no hablaría, procedió a responderse a si mismo.

"¡Me indigna! Completamente me indigna. ¡Qué triste sentido de la convención! Es como ser un semáforo y, al ser cuestionado sobre la excesiva cantidad de accidentes en la intersección donde uno trabaja, poner cara de cojudo y responder: es que conmigo el verde significa detenerse; el rojo, pasar… ¡Es todo un malentendido!"

sábado, 18 de agosto de 2007

Confesión

8 entradas (fueron 9, pero una se perdió) no definen un blog, y tampoco su ninguna lectoría.

No lo define una enmendadura.

Aunque de tal naturaleza, este post no lo convierte aún en diario.

Sólo es un blog como este, breve y concisa exposición de las nociones íntimas.

Sin más explicaciones.

miércoles, 11 de julio de 2007

estoy bludi

estoy
bludi
pero
igual
escribo
estoy
bludi
como
las
moras
estoy
bludi
por
lo
del
pájaro
en
mano
estoy
bludi
pero
igual
no
muero.

lunes, 9 de julio de 2007

Oh man! Look at those cavemen go. (8)

Cuando es de mañana en la esquina y (pongámosle un nombre) Facundo transita gordo y saciado como un camión a lo ancho del camino que arriba a su despacho, no le queda más al mundo que amarlo. Tiene luz de torre, señal de vigía.

En medio de olor oblicuo y tajante del pan, Facundo es maravilloso, y ni el burdo furor de su juerga acabada lo ensucia.

Hay otros hombres que también como él discurren (pero no los conocemos) y han formado todos lagos de cardúmenes miscibles. Nadie los ve: se han apagado. Como tristes focos quemados deambulan o se pelean. Si acaso una injuria, se matan.

domingo, 24 de junio de 2007

Dogma primero

Es sólo luego de entender que en ninguna fe hay plenitud verdadera que se pueden empezar a escoger algunas con la precisa serenidad. Puede uno volverse cura o incluso, en un arrebato de audacia, enamorarse. Y así se es feliz en las más arbitrarias y propias construcciones. Con el desengaño de lado logra uno irse a la mierda con la dignidad de un suicida notable.

domingo, 29 de abril de 2007

El que pescaba truchas

Hubo antes un hombre que llegó caminando junto con la fama de ser capaz de pescar truchas en la bahía. Al poco tiempo ambos se confundieron y fueron una sola cosa. Lo veías caminar desde la playa tan cierto como una peña en medio del invierno con sus peces de río y ya ni siquiera parecían ajenos al paisaje que los sucedía. Ninguno se atrevió a desmentir la imagen.

La danza de la lluvia

Se levantó y era el alba del campo. Grueso y agreste, pareció venir de las primeras estribaciones, entre soles y ámbares extensiones, pero acometía este monstruo oscuro del océano. Y sabía que contradecía a Newton y una estirpe entera de ilustrados, pero lo hizo igual por no aguantar el paso empedernido de los ocho millones de danzantes.

Pocos habían dejado de soñar aún cuando se elevó muchos y tantos metros la pared. Era una estampida acuática: una pueril consecuencia de la noche. Y lenta, tal una descomunal masa de barro inapelable, la sigilosa muralla se descuajeringó sobre los hombres, sus casas, sus jardines, sus mascotas.

A pesar de suceder en desorden, las muertes fueron sistemáticas. Debía acabar este mundo falsamente seco– nótese el olor a canela de la niebla; el vaho en los besos y el aliento.

Las olas se batieron unos cuantos días con dulzura sobre toda la ciudad. Los cuerpos no flotaron y residen hoy en el lecho del océano. En la historia leerías que han desaparecido, que fueron el alimento maduro de peces u otros diablos (ciertamente azules). Pero te prometo que se hayan congelados e ilesos. Algunos, como hierbas solidarias de los vivos, han copado con su carne y su pelo las fallas de la tierra. Junto a sus vidas acabaron también los terremotos.

Con suerte alguna crónica futura –hecha palabras de un dios nuevo– cuente que las aguas llegaron húmedas y grandes para ahogar a toda esa población.

viernes, 23 de marzo de 2007

¡ S W A M ! en la biblioteca

…there was a long tumultuous shouting sound like the voice of a thousand waters—and the deep and dank tarn at my feet closed sullenly and silently over the fragments of the “House of Usher.”

He vomitado un aire tibio contra la luna. Mi eólico grito busca evocar la barbarie de aquel ejército huno, antiguo y perverso. Se extiende átona una vibración de manera ondulada hacia cada extremo del panel luminoso y diáfano. El estruendo –en el contexto de la estancia: silenciosa y reverberante, implacable y cúbica– asemeja la resonancia seca de algunas batallas o el eructo fatal de un viejo castillo. Mas pronto decae, y como un viejo de piedra al morir, termina abatido por el ojo sediento de las aguas negras y una sed lacustre de ocaso.

Por una inercia imbatible mis palabras, tras verse en este relato, caen por una determinación espantosa y se ahogan también en los remolinos profundos de las mismas aguas muertas y obscuras. Como emisor comprometido, usualmente no logro tampoco (ni espero) mantenerme exento de mis felices o trágicas recreaciones.

martes, 27 de febrero de 2007

La tormenta de arena (ensayo de un egocentrismo súbito)

Cuando logro empujarme, envuelto en un trance, a través de caminos que me alejan de las rutas que más frecuento, reparo en la tensión que me comienza a rodear. Inclusive en este desierto –que claro: se compone de fachadas, autos estacionados, floripondios que cuelgan, terrazas envueltas por rejas, rayas intermitentes en la calzada– hay una batalla terrible en espera, un ping-pong sensual de frecuencia infinita, una convergencia o interposición de afluencias sombrías.

La arena, incompresible y granulada, está inmóvil, pero sobre el borde mismo de su límite físico; el aire está ido, su siesta es falsa, y su peso entero se posa, con sus 30 kilómetros de panza, sobre el suelo con una densidad y un bochorno.

Luego me digo “No es posible este aguante.” Y pienso que llegará un momento cuando ambos ejércitos se viertan a través de la frágil frontera. De pronto casi veo los remolinos de arena volando encendidos y amplios ríos de aire penetrando el suelo como lombrices formidables. Así, de cuando en cuando, súbitamente parece que no hay cielo y no hay tierra.

Pero todo resulta ser un ensueño, y se desvanece rápido, y termino de andar por aquel tramo de páramo urbano sin presenciar ningún duelo. Solamente yo he acabado agotado; sólo yo parezco haber luchado y perdido. Luego desenfoco los ojos y los pongo en el cielo.

Talvez los escenarios donde caigo o acabo no son en realidad siempre drásticos como los encuentro. No aguantarían perpetuamente tales rigores. Acaso existe un mundo preparado solamente para mí.

Una tesis: todos los parajes consisten de treguas previstas que se desatan en escaramuzas y súbitas ráfagas de signos cuando por ellos transito.

lunes, 19 de febrero de 2007

La erupción que esperas

Tu vaga movilidad de cráter dormido no es suficiente para acomodarte. Tampoco tus horas dilatadas, tus llagas viejas o tus amapolas. El viaje –o tus múltiples viajes– te rindieron inútil. No alcanzan tus cayos ni tus golondrinas ni tus fumarolas. (Has visto tus golondrinas retorciendo espirales en el aliento de las chimeneas, desesperadas.)

Has pensado qué fácil ser duna, pero a la vez qué desperdicio. Lo has pensado y podría haber una técnica: la licuefacción de tu esqueleto; la perforación de un hoyo petrolero por el boquete que es tu ombligo. Crees que el riesgo es un poco alto: podría no haber vuelta atrás.

En otro tiempo, hace decenios, elaboraste también el problema, pero eras otro, pero eras el mismo. Eres la inducción al absurdo: la generación k+1 de un linaje inconexo, una estirpe de magma enfriado. Todos esperaron el mismo desastre, el mismo genial y devastador derroche caliente.