martes, 15 de enero de 2008

Estoy una mujer caliente

Sí, el vino me adormece la lengua, la pinta morada y me pongo grogui. Luego ustedes alcanzan mi inigualable cojudez. Conózcanla, es lo mejor que tengo.

Caminar a mi cuarto es más lento un verano si porto esta copa. Morada es mi copa, lila, ladrillo dice el enólogo, con trazos de arcilla. Todo es basto, envuelta sé la percepción mía en un puré de aire brumoso y tibio. Y si bailo, en ese bamboleo recuerdo sobre todo lo que podría elegir no recordar. El alcohol resta opciones pero añade posibilidades (¿tienes sentido?).

Por otro lado, debería hacerme tiempo para leer. ¿Cómo algo que tanto nos gusta es tan dificil de hacer? ¿O es que no me gusta? ¿O es que necesito lentes?

Mañana voy a tomar café. Segunda pasión negra.

Fuera de esto, algo esta suceciendo entre Facundo el blogger, misterioso personaje, pública (a duras penas pública) fachada y las servilletas viejas y los trozos de papel.

Nuevo accidente:


(Que verguenza flaco, deja la marimba.)

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