viernes, 6 de febrero de 2009

Vamos. Este de Wáshington Delgado.










Te estoy perdiendo en cada voz que escuchas, en cada rostro que contemplas, en cada gesto tuyo, en cada lugar que recibe a tu cuerpo. Ser como la luz que te envuelve, por la que dejas un retazo de sombra. Ser como la noche que te obliga a un pensamiento, a un deseo, a un sueño. Ser una materia leve, una corriente extensa que te persiga siempre. No ser esto que soy y que te está perdiendo.










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